Esparta fue una ciudad griega que estaba ubicada en el sur de la región del Peloponeso donde hay un angosto valle, limitado por dos cadenas de montañas, el Tayjetos y el Parnón, y recorrido por un torrente, el Eurotas.
Esta comarca, áspera, de clima rudo, pero bien defendida, es la Laconia, y en ella se estableció como señor una parte del pueblo dorio.
Los Dorios fijaron su capital en una antigua villa llamada Lacedemonia, que en adelante tomó el nombre de Esparta, que logró un gran desarrollo, y logró conquistar todo el país, reduciendo a los habitantes a la calidad de súbditos y de esclavos.
Fue una polis o ciudad-estado porque al igual que otras ciudades griegas era una comunidad autónoma; es decir, con un gobierno propio, no sometida a dominio extranjero, cuyo tamaño medio no superaba los 80 km2 de superficie. Fue un modelo de organización.